Carlos Gil

Mi historia no es muy diferente a la de cualquier otra persona. Estudié ingeniería informática y al terminar quería comerme el mundo. Al terminar, di mis primeros pasos como consultor en una gran empresa, emocionado ante las perspectivas de futuro que tenía por delante. Hice un buen trabajo, en ocasiones muy bueno y a veces excelente… Y, sin embargo, esa recompensa que esperaba conseguir fruto de un trabajo bien hecho, no llegaba… Estudié un MBA y cambié de empresa.

Lo que me contaron en la entrevista y lo que yo vi al entrar en esa nueva organización eran totalmente diferentes. Aquella cultura y esos valores nada tenían que ver con los que promulgaban de puertas hacia fuera y, por supuesto, nada tenían que ver conmigo. Con el tiempo acabé en otra organización donde desde el principio vi que tampoco se correspondía lo que decían con lo que hacían…

Mi punto de inflexión

A partir de ese momento, viví algo que nunca me había pensado. El trabajo se me hacía cada día más difícil; lidiar con las bofetadas del cliente, aguantar las de mi propia empresa, viajar cada semana, presión, falta de tiempo libre… Me sentía enfadado con todo el mundo, irritado todo el tiempo, sin ganas de hacer nada, desanimado y sin motivación. Todo ello me estaba pasando una factura de la que no era consciente. Hasta que un amigo mío me dio un toque de atención y, entonces, supe que tenía que cambiar algo.

Lo que decidí cambiar

Me hubiera gustado cambiar al mundo, para que todos se comportaran como yo consideraba que era bueno… pero eso era imposible. Así que decidí actuar sobre lo que tenía un 100% de control; Yo mismo.

Decidí en aquel momento que yo sería el que tomara las riendas de mi vida, de mi trabajo y, sobre todo, de mi tiempo. Decidí en ese momento dejar de ser un mero espectador de mi vida y convertirme en el protagonista de mi propia historia.

A partir de ahí…

Dejé el trabajo por cuenta ajena y fundé con un amigo una empresa llamada aeioyou, para ayudar a los padres a organizar el cumpleaños de sus hijos pequeños. Trabajé como consultor freelance durante un tiempo mientras iba dando forma en mi cabeza a algo…

No se trata de tareas, sino del ambiente donde se encuentra la persona trabajando. Un profesional feliz y motivado es mucho más productivo y rentable que uno que trabaja bajo la presión de un mal jefe.

Después de trabajar en varias empresas y con clientes de todo tipo, me di cuenta de que :

• Todos los problemas de las empresas nacen y se resuelven en las personas.
• Las empresas pueden convertirse en buenos lugares para trabajar
• Las personas necesitan encontrar ese lugar donde puedan desarrollarse profesionalmente y disfrutar de su tiempo libre.

Por eso, me decido a ayudar a los profesionales a cambiar la forma en que se relacionan con las empresas. Debemos establecer una relación win-win donde haya beneficio mutuo, bienestar y, sobre todo confianza.

En el momento más decisivo de sus carreras profesionales, les acompaño para transformarlos en profesionales extraordinarios, ser visibles y convertirse en imprescindibles para la empresa. Porque si tienes el control de tu carrera profesional, entonces tienes el control de tu vida. Tú puedes decidir dónde trabajar y de qué forma. Juntos lo harás posible.

Mi misión

Ayudar a los profesionales de IT a tomar el control de su carrera profesional para llevar la vida que quieren.